El crowdfunding, también conocido como micromecenazgo o financiamiento colectivo, ha ganado popularidad en los últimos años como una forma de financiación alternativa para proyectos de diversa índole, desde la creación de una nueva start-up hasta la producción de un cortometraje independiente. Pero, ¿cómo se regula el crowdfunding?
La regulación del crowdfunding en España se enmarca dentro de la Ley 5/2015 de Fomento de la Financiación Empresarial, que establece un conjunto de normas específicas para las plataformas de crowdfunding. Estas normas se aplican a dos tipos de plataformas:
La ley establece que las PFP y PPP en España deben ser autorizadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y se someten a sus regulaciones. Las plataformas de PFP también se someten a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y se someten a sus regulaciones. Además, las plataformas de PFP están sujetas a dos tipos de limitaciones:
La financiación obtenida a través de PFP queda limitada a un máximo de:
La inversión máxima por persona física o jurídica es de:
El marco legal del crowdfunding varía de un país a otro. En la Unión Europea, por ejemplo, se ha establecido una regulación común para las PFP que se aplica en todos los países de la UE. Esta regulación establece, entre otras cosas, los siguientes puntos:
En los Estados Unidos, el crowdfunding está regulado a nivel federal por la Securities and Exchange Commission (SEC) y la Financial Industry Regulatory Authority (FINRA). La regulación distingue dos tipos de crowdfunding:
El crowdfunding de recompensa implica ofrecer productos o servicios a cambio de la financiación, mientras que el crowdfunding de financiación implica ofrecer una participación en la empresa o un pago de intereses. La regulación de crowdfunding de financiación establece los siguientes términos:
En resumen, el crowdfunding es una herramienta financiera en constante evolución. El marco legal que lo regula varía según el país, pero en general se busca establecer ciertas limitaciones para proteger a los inversores y a la vez permitir que las empresas tengan acceso a fuentes de financiación alternativas. Como con cualquier tipo de inversión, es importante investigar las regulaciones aplicables y la plataforma antes de considerar cualquier tipo de participación en crowdfunding.